sábado, 17 de febrero de 2018

Sinastría, la compatibilidad entre dos cartas astrales



Sinastría. La compatibilidad entre dos cartas natales.
 Leonardo Diaz. 
Astrólogo Metafísico

Llamamos sinastría a la comparación y análisis de dos cartas natales. A través del estudio de la sinastría podemos comprender los factores importantes en una relación de pareja, socios, amigos, padres, hijos, familiares, jefes, compañeros de labor y demás. Comparando y contrastando las cartas natales se conocen los factores armónicos y tensos en una relación.

En el mundo de las relaciones somos atraídos por aquellas energías que necesitamos integrar ya que movidos por nuestras proyecciones inconscientes atraemos o rechazamos ciertos tipos de personas. En realidad, todos nos convertimos en maestros de todos. Evolucionamos a través de las relaciones.

 Espiritualmente estamos destinados a encontrarnos con cierto tipo de personas que representan factores energéticos que la vida nos impone para hacernos crecer mediante la integración de ecuaciones de energía que necesitamos asimilar.

A estas relaciones le llamamos relaciones karmicas, pero en ningún caso son producto del castigo de Dios o del universo y tampoco por la presencia de almas que se vincularon nos nosotros en vidas pasadas y ahora retornan para saldar deudas. La ley de la evolución no contempla, ni el castigo ni la venganza. Las relaciones humanas están regidas por la ley del karma y el dharma, pero entendidas como necesidades evolutivas, necesidades espirituales que buscan nuestra expansión de consciencia. Ciertamente el pasado retorna, pero en forma de lecciones que surgen del impulso evolutivo.  

Las relaciones difíciles no deben ser negadas alejándonos de estas personas, debido a que estas relaciones nacen de profundas necesidades que emergen de nuestro propio inconsciente y al negarlas en una persona en particular, la vida volverá a presentar estas energías en otras personas hasta que aprendamos lo que debemos aprender. Por ello la orientación astrológica-espiritual busca la realización del nativo mediante la integración de las energías no aceptadas, y de esta forma solucionar las crisis derivadas de ellas y cooperar en la evolución del nativo.

La consulta astrológica, a través de la sinastría, es una herramienta valiosa para la superación de crisis y el aprendizaje que estas crisis deben producir.

La sinastría, lejos de predecir el destino de una relación, resulta una valiosa ayuda para lograr comprender al otro y comprendernos a nosotros mismos. Las relaciones de parejas, socios, amigos, enemigos, padres, hijos, jefes, compañeros de trabajo, vecinos y otros, son el espejo donde nos descubrimos, crecemos y evolucionamos.  

La sinastría nos ayuda a conocer el flujo de energía entre individuos y apreciar el nivel de cooperación y afinidad o tensiones y conflictos. De esta manera, con la apropiada orientación del astrólogo, podemos entender cómo fluyen las energías en nuestras relaciones y cuáles son las áreas donde existe un contacto armonioso y productivo, y dónde las energías interfieren la una con la otra, causando tensión.

En metafísica sabemos que los polos opuestos se complementan, igual en astrología cuando estudiamos los ejes que forman los signos.

En astrología, cuando estudiamos los aspectos, aprendimos que las oposiciones conforman ejes de integración, las cuadraturas canales dinámicos de combustión y los trígonos canales fluidos.

En el mundo de las relaciones nos encontramos con personas cuyas energías reflejan interiormente nuestras energías no realizadas, no aceptadas y reprimidas, aquellas energías que inconscientemente negamos hasta llegar al odio. Muchas veces nos encontramos inmersos en relaciones de atracción-repulsión, amor-odio, la vida no es algo mecánico y las energías portan multiplicidad de factores, tonos y vibraciones.

En cualquier tipo de relaciones, el otro aporta factores no realizados en nosotros y nosotros portamos factores no realizados en el otro. Este intercambio de factores energéticos puede resultar armonioso y cómodo en algunos casos y en otros todo lo contrario. Igualmente, armoniosos en algunas áreas de la vida de la pareja o amigos, pero en otras áreas no.

Crecer, expandirnos y evolucionar, implica la asimilación de factores energéticos nuevos, que enriquecerán nuestra ecuación personal, expandiendo nuestras capacidades de comprensión y nuestro radio de amor.

Podemos sentirnos atraídos por ciertas personas en un momento de sus vidas y un momento de las nuestras, y al transcurrir el tiempo, tanto esas personas como nosotros, atravesar determinadas crisis producto de activaciones de factores que antes no se encontraban activos. Todos cambiamos a medida que evolucionamos y matriculamos en determinadas lecciones de vida en esta escuela planetaria.

Cuando estudiamos los tránsitos, especialmente de los planetas lentos, vimos como estas influencias despiertan energías que antes no manifestábamos. Las personas cambiamos porque evolucionamos y este proceso de evolución implica la manifestación temporal de todo tipo de energías, es falso que las personas sean totalmente afines todo el tiempo, lo que sucede es que el amor hace posible transcender los conflictos, tolerarlos y aprender de ellos.

 Conocemos a alguien por quien nos sentimos muy atraídos debido a que durante esta etapa sus energías activas nos resultaron agradables, pero en otras etapas puede que no ocurra así, esa persona o nosotros, nos encontramos inversos en procesos de crecimiento, crisis, propias de nuestro particular camino de evolución y podemos mostrarnos muy diferentes. Quien nos resultó atractivo, puede resultarnos irritante e insoportable en algún momento de la vida. Los tránsitos planetarios que activan nuestras cartas natales durante un período, despiertan energías desconocidas para nosotros y quienes nos acompañan.

Las personas que tienen importancia en nuestra vida son como espejos que reflejan el lugar donde nos encontramos en nuestro proceso personal de evolución. Apoyados en la técnica astrológica de la sinastría podemos logar comprender al otros; pareja, amigos, padres, hijos, hermanos y demás, volviéndonos más tolerantes y compresivos de los procesos que tanto ellos como nosotros atravesamos, y lo más importantes, reconocer aquello que estamos aprendiendo en una relación, aquello que el otro nos enseña y aquello que nosotros enseñamos. Si nos abrimos a la vida y tomamos consciencia de que todos somos maestros y alumnos de todos, podremos transcender las crisis en las relaciones, perdonarnos y perdonar.

Textos tomados del Libro Técnico. «Revoluciones Solares, Progresiones y Sinastrías» Autor, Leonardo Díaz. Astrólogo Metafísico.